El entorno de la Mezquita-Catedral ofrece una amplia y rica variedad de restaurantes para degustar algunas de las mejores cocinas de Córdoba.
La Mezquita-Catedral se alza en el casco histórico de Córdoba como símbolo de la capital. Una visita imprescindible que, sin duda, resulta imprescindible. Para poner la guinda a este viaje, el entorno del monumento ofrece una gran oportunidad para degustar algunos de los platos tradicionales y de las más excelentes cocinas de la ciudad. Te mostramos algunos de los mejores bares y restaurantes para completar este paseo mágico.
Bar Santos
Junto a la misma Mezquita-Catedral, pervive otro de los símbolos de la ciudad. La tortilla de patatas más famosa de Córdoba está en el Bar Santos, un espacio admirado y frecuentado -en Magistral González Francés, 3- donde comer una cuña de sus inmensas tortillas es casi obligación. Esta se puede acompañar con una buena tapa de salmorejo o ensaladilla y una buena bebida mientras se reposa en los exteriores de la Mezquita.
El Churrasco
En el nombre lleva su esencia. El Churrasco ha hecho de una casa mudéjar situada en la calle Romero, 6 el escenario de unas de las mejores carnes a la brasa. Desde que hecho a andar en 1970, esta cocina ha sido una referencia en la ciudad y hoy en día elabora una gran variedad de platos, desde los más tradicionales a recetas importadas. Así, se puede pasar del cocido cordobés con su pringá al salteado de Shiitake y Boletus, del rabo de toro al magret de pato o de los boquerones adobados fritos al tataki de atún rojo sobre migas de Salmorejo. Pero entre esa riqueza de platos, el comensal no puede perderse el churrasco cordobés de solomillo de cerdo ibérico al carbón de encina.
El Abanico
Tiene a su vera uno de los rincones más bonitos y fotografiados de Córdoba. En Velázquez Bosco, 7, junto a la Calleja de las Flores, la taberna El Abanico acompaña el encanto de un rincón único con un espacio acogedor y flamenco. Como ellos mismos se definen, son una taberna joven y dinámica que ofrece una buena variedad de platos tradicionales con un toque especial. Se puede empezar con una tosta con salmorejo y jamón ibérico, seguir con unas croquetas de rabo de toro o un pisto moruno con huevo duro y parmesano, para terminar con un buen pastel cordobés con helado de vainilla.
Interior de la taberna El Abanico. El Abanico
Taberna El Nº10
La Taberna El Nº10 se levanta sobre los encantos de una zona tan especial como la Judería. En la calle Romero, 10, este restaurante puede ser una parada ideal para degustar exquisitas recetas de toda la vida con productos de la tierra. ¿Qué tal una ensaladilla rusa con gambas al ajillo?¿Y una oreja frita con mayonesa de pimentón o un churrasco de solomillo ibérico de bellota con salsa de amontillado?
Qurtubah
En esta visita por el mundo islámico, entre el legado árabe que se encuentra en la belleza arquitectónica de Córdoba, también aflora la cocina con fuerza para sorprender al comensal. Buena prueba de ello es el restaurante Qurtubah, donde el comensal puede descubrir la riqueza gastronómica del diverso mundo árabe. Hummus, shawarma, sambusa, falafel, tayín… son solo algunos de los platos que se cocinan en sus fogones. Este restaurante es, además, un hermoso espacio de decoración árabe.
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Patio Romano
No hay mejor eslogan que “Gastronomía junto a la Mezquita” y en Patio Romano lo saben. A esa ubicación privilegiada, este restaurante -en calle Deanes, 11- suma esencia, corazón e ingenio, como ellos mismos dicen, para ofrecer excelentes recetas elaboradas con productos locales, como su surtido de ibéricos del Valle de los Pedroches, la mazamorra de almendras con sardina ahumada y manzana verde o un sorprendente flamenquín de bacon y queso con salsa de piquillo.
Taberna Rafaé
Sin duda una de las calles más populares de Córdoba es Deanes. Por su ubicación -en plena Judería-, por su amplia oferta de restaurantes y tiendas, y por la afluencia de gente que la puebla cada día. Allí, en el número 2, surgió en 1977 una taberna familiar que, en la actualidad, conserva toda su esencia. Rafaé es parte inseparable de esta calle y, cómo no, su comida. Entre sus platos, destaca la lubina asada, que obtuvo el primer Premio de Innovación Córdoba Gastronómica. Y del rabo de toro han hecho una especialidad. Su arroz cordobés de rabo de toro y el plato tradicional de este han sido premiados por la Cofradía Gastronómica del Rabo de Toro Cordobés.
Casa Palacio Bandolero
Junto a la Mezquita-Catedral, en la calle Torrijos 6, abre sus puertas la Casa Palacio Bandolero, un lugar icónico de amplios patios y salones donde degustar platos tradicionales, carnes de alta calidad -como ibéricos de bellota criados en Los Pedroches o vaca gallega- y postres de toda la vida como la leche frita. Una amplia carta de la que resulta imprescindible probar el salmorejo con jamón y unos deliciosos huevos de codorniz que le dan un toque especial.
Patio del Restaurante Casa Palacio Bandolero. Casa Palacio Bandolero
Pollos Asados El Gallo de Oro
¿A quién no le ha apetecido alguna vez un pollo asado? Este plato tan típico de los domingos familiares también puede encontrarse a un paso de la Mezquita-Catedral. Pero en El Gallo de Oro de Plaza de Abades 6 no se limitan a este ave de corral. En sus asadores preparan increíbles cochinillos, piernas de cerdo, codornices, conejos o pavos. Los pollos, además, también los preparan rellenos. Y si lo que te apetece es un bocado rápido, puedes optar por uno de sus bocadillos o por una hamburguesa.
La Tranquera
Fruto del hermanamiento cultural, nació junto a la Mezquita, en Cardenal González 53, un restaurante que une la comida criolla argentina con la tradición española para ofrecer una interesante cocina. En este restaurante argentino puedes comerte un buen choripan acompañado de un salmorejo, compartir unas empanadas argentinas o un flamenquín serrano, devorar un churrasco cordobés al carbón o un lomo alto de novillo argentino, y rematar la comida con un irresistible panqueque de dulce de leche.